¡Y pensar que Castrillejo nos lo había avisado! o
¡Y por suerte Castrillejo nos lo había avisado!
¿Cuál será la frase correcta? Al final, la respuesta.
Victoria Castrillejo (nombre sinónimo de enseñanza de español, e-learning, moodle, podcast y todo lo que se les ocurra relacionado con esta profesión que tanto nos interesa) siempre comenta, alerta, se explaya, advierte, “lastima” corazones cándidos, incomoda, molesta conciencias ajenas, llama la atención, hace notar, previene… al abordar el tema de las condiciones laborales de los profesores que trabajamos en la modalidad blended learning o con TIC o con herramientas web 2.0 o e-learning.
Hoy, por ejemplo, en su cuenta en Twitter escribe:
Tweet Victoria Castrillejo |
Pero esta Entrada y su título, “… Castrillejo nos lo había avisado”, vienen a cuento porque recuerdo palabras suyas mucho más antiguas y que en este momento siento deseo de compartir y comentar:
Ya en el 2008 ella narraba en su blog una experiencia de trabajo en modalidad exclusivamente presencial y agregaba: Después de tres años acostumbrada a entender la preparación de actividades en línea, la moderación en foros, la digitalización de material y un largo etcétera como una parte más de la docencia, este semestre de clases “cara a cara” ha resultado una liberación. Sólo después de un semestre preparando clases únicamente presenciales me he dado cuenta de la enorme carga de trabajo que supone la docencia universitaria en modelo de “blended learning”.
En los párrafos siguientes explicitaba su planteo y añadía cosas (¡impiadosamente desalentadoras!) como: menos vida personal, probablemente síndrome del “burn-out”, ninguna mejora en mis condiciones laborales (ni en salario ni en seguridad del puesto de trabajo) y concluía, seguro es intuir que enojadísima, diciendo que al menos en su medio profesional, el e-learning estaba condenado al diletantismo (sic).
Quienes como yo por esos años sentían la necesidad de “rerumbear” la actividad profesional hacia el e-learning y el blended learning, con estos párrafos podrían haber liberado sobradamente sus conciencias, borrado sus inquietudes y haberse quedado tranquilos en el hábitat del presencial… Sí y solo sí de no haber sido por esta frase que la incansable Victoria se ocupaba de introducir en la misma Entrada: También considero que podría realizar mi trabajo de forma más eficaz si invirtiera tiempo en la enseñanza en línea. Y demás comentarios irresistibles como motivar y orientar de forma más personalizada a sus alumnos...
Por suerte, todos seguimos en lo iniciado, detrás del cambio buscado.
¿Descorazonadas, sinsabores y paredes por delante?
Decenas, centenares; pero podría afirmar que nadie pensó nunca:¡Y pensar que Castrillejo nos lo había avisado!
Muy por el contrario: estábamos alertados.
2011: No siempre ni en todos los ámbitos pero poco a poco las condiciones mejoran.
Es difícil conseguir que esto suceda… nada en nuestro trabajo es obvio a los ojos ajenos (léase, a los ojos de quienes nos contratan): muchas horas de las que dedicamos a cada proyecto las pasamos en casa, por ende nadie nos ve. Tampoco nadie nos ve por los pasillos cargando kilos de copias-papel para corregir, corregimos documentos en otros formatos... Que cada cual agregue su ejemplo… hay muchos.
El cambio que queda por hacer es enorme: hay muchas opiniones que ayudar a modificar, muchos prejuicios que revertir, mucho por dar a conocer…
En fin, quedan muchas postas por tomar y, siempre que se pueda: recordar y refrescar el tema para que el cambio continúe, aumente y llegue a todos los ámbitos.
Creo que ya somos muchos los profesores que integramos TIC a las prácticas y que podemos considerarnos cada vez menos diletantes; por eso termino diciendo:
¡Y por suerte Castrillejo y muchos otros nos lo habían avisado y así pudimos continuar con nuestra intención sobre aviso, mejor preparados!
Apostilla:
En lo personal, en aquellas situaciones en las que compruebo que las cosas no son como quisiera, situaciones en las que ningún beneficio-estímulo-apoyo se suma a mi trabajo de modesta e-profesora, aprendí a hacer algo: sentir que las horas de preparación, por ejemplo, no son sólo una obligada "donación" altruista a la institución, a la profesión, a la web, … sino y TAMBIÉN un autoregalo que me llena de satisfacción!!
¡Y como se ve a continuación, no soy la única!
Tweet Daniela Cattarossi |
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