Siete razones por las que los profesores de lengua extranjera y los profesores de música deberíamos trabajar colaborativamente:
1. Porque mediante las canciones se puede aumentar considerablemente el tiempo de exposición a la lengua estudiada. Porque conocer otra lengua motiva a explorar nuevas músicas.
2. Porque unos y otros tienen interés en conocer mejor y en enseñar a cuidar el mismo instrumento: las cuerdas vocales.
3. Porque duración, tono, intensidad, ritmo, intención, disposición… son vocabulario compartido.
4. Porque quienes cantan podrán disfrutar verdaderamente del acto si comprenden lo que cantan; porque quienes son solo oyentes podrán reforzar su vínculo con la música si comprenden lo que oyen. Porque a menudo lo mejor aprendido de una lengua es lo que se aprendió cantando.
5. Porque unos y otros sensibilizan y entrenan a la escucha atenta y en la autoescucha.
6. Porque deben luchar contra el valor de la inmediatez propio del mundo moderno: aprender una lengua requiere esfuerzo y perseverancia; lo mismo requiere aprender a tocar un instrumento o a cantar un repertorio.
7. Porque cada lengua tiene una cultura detrás que merece ser conocida y una de las maneras es mediante el conocimiento de sus géneros musicales. Porque cada estilo, cada género musical, tiene una cultura detrás que merece ser conocida y una de las maneras es mediante el conocimiento de su lengua. La música y la lengua están en el núcleo de toda cultura.
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