Lire les couvertures pour, entre autres, développer la sensibilité sémiotique

Depuis très longtemps je « collectionnais » des photos de couvertures (différentes langues, maisons d'édition, années de publication, etc.) de « LA VIE MODE D'EMPLOI », le roman publié par Georges Perec en 1978. En voilà quelques unes :


Puis, quand j'ai commencé à lire ce roman dans le cadre d'un cours FLE, j'ai voulu montrer à mes étudiants la créativité et la richesse que ces couvertures nous offraient ce qui explique la création de cet album de puzzles* :

Jouez ici !

Au début, je montrais à mes étudiants ces couvertures juste à titre d'illustration et comme déclencheurs d'expression orale ; je leur proposais de restituer les puzzles afin de découvrir l'image retenue par chaque édition et en faire une description, un commentaire... Je ne me servais pas spécialement des couvertures, en fait.  
Ce n'est qu'après la lecture d'un ouvrage de Jean-Pierre Goldenstein« Entrées en littérature » que j'ai acheté motivée par quelques lignes de sa quatrième de couverture : « (...) propositions méthodologiques théoriques et pratiques [pour] aborder le fait littéraire de façon rénovée »— que j'ai commencé à réfléchir à la vraie richesse de l'appareil paratextuel.

J'en transcris ci-après le début du chapitre 4. Je souhaite que ces quelques paragraphes vous motivent à commencer à développer la sensibilité sémiotique chez vos étudiants !


Il s'agit dans ce chapitre d'apprendre à faire porter notre attention sur ce qui précède le texte, afin de montrer que les divers éléments du hors-texte (nom de l'auteur, titre de l'ouvrage, appartenance générique, nom de l'éditeur, épigraphe, dédicace, préface, postface, bibliographie, prière d'insérer, bande de lancement...), l'appareil paratextuel donc, informe la lecture de façon non négligeable et participe à sa façon d'une entrée en littérature conséquente.

À la croisée du linguistique et de l'iconique, l'appareil paratextuel nous propose une série d'observations qui touchent autant à l'apprentissage de la langue que de la culture et de la civilisation auxquelles le texte-objet choisi appartient.

Apprendre à ne pas se ruer sur le texte comme seul lieu dépositaire de sens convie le lecteur à exercer ce que l'on pourrait appeler sa sensibilité sémiotique. Élaborer des hypothèses concernant la construction du sens du texte avant le texte permet d'insérer la lecture dans le cadre de production/réception qui est le sien : celui d'une institution tributaire d'une économie de marché comme de consommation de biens culturels.

 

*Il m'arrive très fréquemment de travailler avec des puzzles en cours de langue : Voir ici d'autres exemples d'exploitation didactique. 


Tous les Billets de la série « FRANÇAIS - Mode d'emploi. OuLiPo », voir ici. 

Para escribir hay que leer

En un curso sobre Literatura en el que seré alumna por estos meses, una de las consignas o propuestas de trabajo comenzaba por la reflexión acerca de "esas primeras lecturas que se hacen durante la infancia y la adolescencia". 

Primero, recorrí mentalmente las mías —es decir, qué recordaba de los primeros libros leídos de manera más o menos independiente—. Y luego, pasó este libro por mi cabeza: Juvenilia de Miguel Cané que leí no hace tanto, ya siendo adulta y contando para entonces con varios años de experiencia de profesora de Lengua.
Lo busqué, obviamente, y comencé a hojearlo; me encontré con que allí había escrito no pocos comentarios sobre los márgenes y 
resaltado varios párrafos. 

Por ejemplo, en el Capítulo III, había seleccionado tooooodaaaaaas estas líneas que a continuación transcribo:

(...) Maquinalmente tomé un libro que allí había y me fui con él. Una vez en clase, y cuando el silencio se restableció, me puse a leerlo. Era una traducción española de Los tres mosqueteros, de Dumas. Decir la impresión causada en mi espíritu por aquel mundo de aventuras, amores, estocadas, amistades sagradas, brillo y juventud, mundo desconocido para mí; decir la emoción palpitante con que seguía al hidalgo gascón desde su llegada a París hasta la noche sombría del juicio, el odio al cardenal, mi júbilo por los fracasos de éste, mi ilusión maravillosa, es hoy superior a mis fuerzas. 

Toda esa noche, con un cabo de vela, encendido a hurtadillas, me la pasé leyendo. Al día siguiente no fui a los recreos, no salí de mi cuarto, y cuando al caer la tarde concluí el libro sólo me alentaba la esperanza de la continuación.  

Escribí a mi madre, vinieron los Veinte años después, El vizconde de Bragelonne, que me costó lágrimas a raudales, un Luis XIV y su siglo, también de Dumas, crónica hecha sobre las memorias del tiempo —cuyo único defecto era a mis ojos no ver figurar en ella a D'Artagnan, principal personaje de la época, en mi concepto— y multitud de novelas españolas, cuidadosamente recortadas en folletines, unidos por alfileres, y algunos de cuyos títulos me acuerdo todavía, aunque después no los haya vuelto a ver. El espía del Gran Mundo, novela francesa, en la cual hay una especie de Calibán, pero bueno y fiel, que chupa en una herida el veneno de una víbora; La gran artista y la gran señora, que después he sabido fue por un año la "coqueluche" de las damas de Buenos Aires. La verdad de un epitafio, donde el héroe roba de un sepulcro a su amada, aletargada como Julieta, y le abre la mejilla de un feroz tajo para desfigurarla a los ojos de sus enemigos; El clavo, un individuo a quien le perforan el cráneo, durante el sueño, con un clavo invisible a la autopsia, pero que algunos años después aparece gravemente incrustado en su calavera, sobre la que un romántico medita en un cementerio, como Hamlet con el cráneo del "poor Yorick"; los Monjes de las Alpujarras y Men Rodrigo de Sanabria, dos de los mejores, tal vez los únicos romances realmente históricos de Fernández y González, con una brutalidad de acción propia de la época; el Hijo del Diablo, cuya primera parte me enloqueció, haciéndome soñar un mes entero con mantos encarnados, caballos galopando bajo la noche y el trueno, viejos alquimistas calvos y sombríos, etc.; Dos cadáveres, un salvaje romance de Soulié, que pasa en Inglaterra, bajo el efímero protectorado de Ricardo Cromwell, y cuyos dos personajes principales son los cuerpos de Carlos I y de Oliverio Cromwell, con sus féretros respectivos, sobre los que pasan cosas inauditas, etc., etc. Uno de los recuerdos más vigorosos que he conservado es la impresión causada por los Misterios del Castillo de Udolfo, de Ana Radcliffe, que cayó en mis manos en una detestable edición española, en tres tomos, con x en vez de j, y j en vez de i. (...)

Por medio de canjes y "razzias" en mis salidas de los domingos, más o menos autorizadas por los parientes que tenían bibliotecas, todo Dumas pasó, Fernández y Gonzáles (¡un saludo al Cocinero de su Majestad, que cruza mi memoria!), Pérez Escrich, que había ya ofendido el sentido común y el arte con unos veinte tomos, y una infinidad de novelas que no recuerdo ya. Un día supe que un compañero tenía La Hermana Gabriela, de Marquet. Me precipité a pedírsela, reclamando derechos de reciprocidad (...)


Y del Capítulo XXIII, había seleccionado el párrafo inicial (que a la luz de lo que precede parece más que previsible, ¿verdad?)  

Fue un día bullicioso aquel en que se nos anunció que en breve empezaría a funcionar la clase de literatura regida por el señor Gigena. Teníamos hambre de lanzarnos en esa vía del arte; las novelas nos habían preparado el espíritu para esa tarea y nos parecía imposible que al año de curso no nos encontráramos en estado de escribir a nuestra vez un buen romance, con muchos amores, estocadas, sombras, luchas, escenas todas de descomunal efecto. 

En fin, una idea aparece claramente: la lectura como trampolín necesario para la escritura.

El francés (¡y el japonés!) / Le français (et le japonais !)

No es un ensayo ni un manual de didáctica. Es una novela. 
Eso explica mi sorpresa al encontrar durante su lectura tantos, y muy "reales" además, comentarios y diálogos referidos a la enseñanza-aprendizaje de lenguas.

Contexto: 
Una joven escritora belga (Amélie) regresa a Japón —país donde nació y vivió algunos años de su infancia— a estudiar japonés en la universidad y un poco también para poner a prueba sus recuerdos de niña y con el deseo de escribir.
Al mismo tiempo, da clases de francés a un joven tokiota (Rinri) y no cuento más sobre la trama, por prudencia ;-)

El título de la novela es Ni d'Ève ni d'Adam y su autora, Amélie Nothomb
A medida que la leía fui subrayando esas reflexiones relacionadas con mi profesión de profesora de lengua extranjera que ahora me da gusto transcribir y compartir aquí.
...

Il ne s'agit pas d'un essai ni d'un manuel de didactique mais d'un roman.
Voilà ce qui explique ma surprise au moment d'y retrouver divers, et certainement vraisemblables, commentaires et dialogues concernant l'enseignement-apprentissage des langues.

Contexte :
Une jeune écrivaine belge (Amélie) retourne au Japon —pays où elle est née et a habité pendant son enfance— pour étudier le japonais ainsi que pour revivre ses souvenirs et mener à bien un travail d'écriture.
Elle assure en même temps des cours de français à un jeune tokyoïte (Rinri) et j'arrête là mon récit, par prudence ;-) 

Le titre du roman est Ni d'Ève ni d'Adam et le nom de son auteure, Amélie Nothomb
Pendant la lecture, j'ai souligné ces réflexions et paragraphes liés à ma profession d'enseignante en langues étrangères ; j'ai pris plaisir à les transcrire et les partager maintenant ici.













Georges Perec et Paul Klee. La chambre

Je me suis intéressée à la biographie et à l'œuvre de Paul Klee tout spécialement à partir de l'épigraphe choisi par Georges Perec pour le préambule de son roman « LA VIE MODE D'EMPLOI » : 

L'œil suit les chemins qui lui ont été ménagés dans l'œuvre
(Pädagogisches Skizzenbuch)


Et dès que j'ai commencé à lire sur Paul Klee je n'ai pas cessé de trouver des coïncidences entre lui et Georges Perec ; entre le travail, plutôt, de ces deux artistes, l'un peintre, l'autre écrivain.
En voilà un exemple : le thème de la chambre. 

Voir ici.
Para comprender el mundo circundante y para conocerse a sí mismo, el joven Klee miraba a su alrededor y trataba de conocer el espacio que tenía más cerca, el de su habitación; así, la dibujó como se le aparecía realmente en 1896.

Voir ici.
Luego, en 1897, trazó su planta, en un análisis preciso en sus detalles, incluso con anotaciones que denotan casi el deseo de apropiarse de ese espacio.

Dans « La chambre », un des chapitres d' « ESPÈCES D'ESPACES », on lit :

Je garde une mémoire exceptionnelle, je la crois même assez prodigieuse, de tous les lieux où j'ai dormi (...) il me suffit simplement, lorsque de suis couché, de fermer les yeux et de penser avec un minimum d'application à un lieu donné pour que presque instantanément tous les détails de la chambre, l'emplacement des portes et des fenêtres, la disposition des meubles, me reviennent en mémoire, pour que, plus précisément encore, je ressente la sensation presque physiqye d'être à nouveau couché dans cette chambre.
Ainsi :
ROCK (Cornouailles)
Été 1954
Lorsque l'on ouvre la porte, le lit est presque tout de suite à gauche. C'est un lit très étroit, et la chambre aussi est très étroite (à quelques centimètres près, la largeur du lit plus la largeur de la porte, soit guère plus d'un mètre cinquante) et elle n'est pas beaucoup plus longue que large. Dans le prolongement du lit, il y a une petite armoire-penderie. Tout au fond une fenêtre à guillotine. À droite, une table de toilette à dessus de marbre, avec une cuvette et un pot d'eau, dont je ne crois pas m'être beaucoup servis.
Je suis presque sûr qu'il y avait une reproduction encadrée sur le mur de gauche, en face du lit : non pas n'importe quelle chromo, mais peut-être un Renoir ou un Sisley (...).


Tous les Billets de la série « FRANÇAIS - Mode d'emploi. OuLiPo », voir ici. 

El Decorativo en clave de Mitología, la guía de recorrido

GorgonaAlberto Lagos. Ver aquí.

 
Diana cazadora, Ossip Zadkine. Ver aquí.

La semana pasada visité el Museo Nacional de Arte Decorativo con mis alumnos de 6to grado (de 10 y 11 años).

El Decorativo en clave de Mitología 
Tal fue el título de la guía de recorrido que redacté para ellos con el objetivo de ayudarlos a encontrar, en las diferentes salas y en el jardín del museo, una decena de obras inspiradas en los mitos clásicos, primer tema de nuestro programa de Lengua y Literatura y motivo de nuestra visita. 

Comparto a continuación dicha guía; me hace ilusión pensar que a algún colega le puede venir bien, dar ideas...

Ver y descargar aquí

Siguiendo estos pasos, plegué las hojas impresas para darles forma de librito:



Sumo asímismo a esta Entrada, la plancha ilustrada de la que me serví para redactar la invitación:

Créditos: DLTK's Template Printing

¡Manos a la obra!
Así armaron los chicos sus Gorgona-Invitación:



¡Siempre me gustó "tematizar" las invitaciones! Ver aquí. ¡Debía ser dicho! ;-)

Y termino publicando unas infografías que viene bien leer y releer cada vez que diseñamos visitas a museos para los más jóvenes de nuestros alumnos. Ambas están redactadas en francés, mientras encuentro algunas similares en español, ¡sepan disculparme los colegas no francófonos!

Créditos ver aquí.


Créditos ver aquí

Más obras del Museo Nacional de Arte Decorativo inspiradas en la mitología clásica:

La eterna primaveraAuguste Rodin. Ver aquí.

Diana. Ver aquí.

En mi blog Artes, ayer publiqué:  Las guías de los museos; su razón de ser.
¡Invitado quien quiera leer sobre las guías y de paso descubrir más obras del Decorativo motivadas en la mitología!

Vale la pena pero ¡hasta el nombre es difícil al comienzo!


Vale la pena pero ¡hasta el nombre es difícil!
Publico una nueva Entrada en este blog bajo la consigna Emprendedora autónoma para compartir este dibujo de la artista Clémentine Latron.

Voilà un dessin de l'artiste Clémentine Latron qui illustre assez bien ce que c'est d'être entrepreneuse :-)

Crédits de l'image ici.

¿Y en la lengua española qué pasa?
Respondo citando un artículo "viejito" pero que parece en vigencia:

Leer aquí.

Y la contracara:

Crédits de l'image ici.

Arte en las clases de lengua extranjera

Observe más de cerca

Cómo prestar atención a los elementos gráficos que ayudan a "leer" un retrato.
Este documento será sin dudas un gran soporte en la clase de lengua extranjera, por ejemplo, cuando queramos "leer" un retrato pictórico

¡Observe más de cerca! 
Smithsonian American Art Museum (Washington DC)
Ver en gran formato y créditos de la imagen, aquí.

Y más sobre la relación arte, pintura concretamente, y lengua:

What is Painting, John Baldessare, MoMA, NYC
Ver en gran formato, aquí; y créditos de la imagen, aquí.